Se volvían a ver las caras España e India después del partido de la fase de grupos en el que el resultado fue muy favorable a los españoles (4-1). Esta vez, el contexto era muy diferente, en juego la medalla de bronce para terminar como terceros del mundo.
Mucho en juego, y eso está claro que afectaba a los dos equipos en el inicio de un encuentro en el que el nerviosismo hacía que ninguno de ambos conjuntos se hiciera con el control del partido. Los primeros instantes fueron de intercambio de posesiones, pero sin llegadas claras a áreas contrarias. Los españoles querían imponer su juego vertical pero India mantenía un gran sistema defensivo. Intercambio de golpes en un primer cuarto sin goles y con mucha alternancia de posesiones.
Poco a poco tanto España como India se iban asentando en el partido y aparecían las primeras oportunidades desde el PC pero sin éxito para ninguno de los dos conjuntos. España golpeó primero en el minuto 25 de partido, lo hizo con Nico Álvarez tras conectar un gran coreano cruzado que superaba al portero indio. (0-1). Pero India no tardaría en reaccionar, los indios empatarían el encuentro solo tres minutos más tarde tras una bola suelta en el interior del área española que enviaban al cajón. (1-1), resultado con el que se llegaría al descanso.
Después del descanso se vio la ambición de los RedSticks que ajustaron detalles para llevar el partido a su juego. Empezaron a dominar con bola y a asfixiar a India sin ella. Desplegaban el gran juego mostrado en todo el torneo. En el minuto cuarenta de partido, una bola dentro del área india, la recogía Petchamé para, a la media vuelta, tirar un push que se colaba rozando el palo de la portería de los indios y daba ventaja en el marcador a los españoles. (1-2). Con este resultado se llegaban a los últimos 15 minutos de encuentro.
El último cuarto siguió la misma tónica, una España muy sólida alternando las salidas rápidas con control de bola que les permitía tener algo controlada a India. A nueve minutos para el final, una gran jugada individual de Pol Cabré por banda izquierda que tiraba un coreano al interior del área, era aprovechado por el ‘killer’ Nicolás Álvarez que ponía el stick y enviaba la bola al fondo del cajón para acerca el bronce a una España que claramente lo estaba mereciendo (1-3).
Los de Uri Torras se dedicaron a controlar el encuentro en los instantes finales y lo hicieron a las mil maravillas. España logra un bronce histórico para el hockey hierba español, resultado de un torneo donde ha demostrado que el futuro del hockey español está entre los mejores del mundo.