A menos de 24 horas para que la absoluta masculina haga su debut en el Preolímpico de Valencia, donde buscará una de las tres plazas para los Juegos Olímpicos de París 2024, hablamos con su seleccionador, Max Caldas.
¿Cómo ha sido la preparación del equipo para el Preolímpico?
La preparación para este Preolímpico ha sido muy buena. Nos hemos ocupado durante octubre y noviembre en recorrer Valencia para encontrar el hotel adecuado, en poder programar los días libres durante el campeonato y en conocer con detalle todo el entorno y contexto de los espacios deportivos de Tarongers y Beteró. En cuanto al aspecto deportivo, disputamos el Torneo V Naciones aquí y tuvimos la oportunidad de entrenar cuatro días juntos antes de las fiestas en Terrassa. Desde el 7 de enero estamos entrenando en Valencia, entrenando muy bien y con mucha tranquilidad.
¿Cuáles son los aspectos específicos del juego que más se han trabajado?
Hemos seguido con el progreso del conocimiento sobre nuestro propio juego. Creo que ya tenemos un estilo muy identificable y que los jugadores lo entienden. Los conceptos de juego ya están instalados y se trata de seguir mejorándolos, así como seguir buscando, tanto en lo individual como en lo grupal, la mejora en la toma de decisiones, mejorar el juego en conjunto y que ese ego colectivo realmente esté presente por más tiempo en el campo. Hemos focalizado la preparación en estos aspectos.
¿Qué aspectos destacan en la selección y podrían marcar la diferencia?
Siempre se puede mejorar, somos muy exigentes con nosotros mismos y creo que la presión interna que nos pedimos el uno al otro es muy alta y somos poco conformistas. Tenemos que trabajar en ser más decisivos cuando atacamos y que las oportunidades que tengamos realmente acaben en gol o en rendimiento positivo en el área. A veces, pecamos de despreciar muchas ocasiones de gol. Por otra parte, en los momentos bajos, la tendencia es que nos marcan goles casi siempre. Eso es un tema del que hablamos constantemente, tanto en el aspecto mental como en lo que atañe a la lectura de partido. Y cómo, táctica y técnicamente, podemos hacerlo mejor. Pero creo que lo que nos destaca es que somos equipo muy ofensivo, muy dinámico, muy rápido con la bola y que tenemos la intención de presionar siempre cuando no tenemos la posesión. En ocasiones eso nos saca un poco de contexto, nos desorganiza y nos hace vulnerables, pero lo que nos destaca es nuestro carácter ofensivo todo el tiempo.
¿En qué debe mejorar el equipo para seguir creciendo?
Para seguir creciendo, el equipo tiene que mejorar en que las bases técnicas de cada jugador sean cada vez más altas, cada vez más confiables. Creo que eso, dentro un contexto de competencia, es un tema de experiencia y de exposición al nivel más alto y lo más posible. Por otra parte, lo que estamos haciendo juntos, desde hace años, es incrementar la competencia interna por posiciones y eso es algo que ya está instalado en la selección. Es algo muy positivo.
Para empezar, Austria, Egipto y Corea: ¿Cómo valoras estos equipos?
Son tres equipos muy diferentes Austria Corea y Egipto. Austria nos demandará mucha velocidad. Queremos jugar el partido en un ritmo muy alto para para romper sus hombre a hombre y sus defensas en campo propio. Nos conviene llevar el juego a alta velocidad. Corea es un equipo muy experimentado, muy listo, muy de exprimir cada oportunidad que tiene, cada segundo. Saben leer muy bien el juego y marcar su ritmo. Se tratará de un partido en el que tenemos que tener paciencia. Creo que habrá que ganar ese partido dos o tres veces durante el encuentro para poder conseguir la victoria. Y Egipto es el que menos conocemos, aunque obviamente tenemos información. Los hemos visto recientemente en el Campeonato de África. Es un conjunto que tiene grandes individualidades, pero a nivel de equipo les cuesta mucho ser constantes. Se trata de tres desafíos muy chulos y muy diferentes. Eso nos gusta porque nos va a hacer ser flexibles y adaptarnos cada día, y eso es muy bueno.
¿Y qué nos puede decir de Bélgica, Irlanda, Japón y Ucrania, rivales de la segunda fase?
En el otro grupo, Bélgica e Irlanda parten como favoritos, aunque Japón puede realmente competir ante Irlanda por el segundo puesto. Bélgica es para mí uno de los mejores equipos del mundo con y sin bola, con un gran Penalti. En cuanto a Irlanda, es un equipo físicamente muy potente, que confía en sus armas y son perseverantes ahí. Japón son rápidos. Corren mucho a la hora de defender, con mucha gente y se animan a atacar también con muchos jugadores abriendo el campo mucho para atacar. Por último, Ucrania es a los ojos de todos la selección con menos nivel de ese grupo, pero con todo lo que está pasando en su país es un gran honor tenerlos aquí en Valencia con nosotros.
¿Cómo aborda la preparación emocional y mental del equipo para un torneo tan importante?
No se trata de preparar al equipo en el plano mental solamente para un torneo, todo son procesos que van de la mano y cuando uno planifica a medio y largo plazo, entiende las fases de un grupo individualmente y como equipo, dentro y fuera del campo. Específicamente para Valencia hemos intentado sentirnos como en casa, aprender a cómo descomprimir los momentos de tensión que podamos sentir en un torneo en casa. Por otra parte, hemos hecho un trabajo con un grupo de liderazgo con seis jugadores para que se conozcan mejor el uno al otro y que entiendan los diferentes estilos de liderazgo de cada uno. Trabajamos de forma constante con el psicólogo del equipo en cuanto a cómo jugamos, cómo nos comportamos, cómo nos desarrollamos. Que eso sea la base de nuestro rendimiento. Sobre todo, entender que la flexibilidad y la adaptación van a ser las dos claves para España. Flexibles porque hay muchas maneras de clasificarse para los Juegos Olímpicos y hay que adaptarse a esos contextos con total tranquilidad y conocimiento de lo que hay que hacer
Dada la situación global de gripe en España, ¿han tomado medidas para prevenir los posibles impactos?
Sí hemos tomado medidas. Tenemos habitaciones extras para los jugadores con síntomas, por el tema de contagios, así como el equipo médico preparado para cualquier eventualidad. Tenemos con nosotros a un jugador reserva desde el primer día para tenerlo pendiente por cualquier cosa. Estamos muy tranquilos con eso.