El Polo se ha proclamado campeón de la Final Four 2025 de la División de Honor Masculina al derrotar en el Estadi Municipal Martí Colomer de Terrassa al Atlètic por un resultado de 2-1.
El equipo de Ramon Sala se ha mostrado como el más consistente de toda la temporada. Ganó la liga regular a dos jornadas para acabarla, en las semifinales de la Final Four derrotó al Junior por 3-2 y en este último partido ha hecho lo propio contra un combativo Atlètic en un partido que también pasará a la historia por ser el último de una leyenda, Xavi Lleonart.
Fue precisamente Lleonart quien inauguró el marcador al transformar un Penalti Stroke que Guillemo Fortuño había provocado en una brillante jugada individual. Mucha igualdad en el partido hasta ese momento, pero los de Barcelona gozaban de mejores ocasiones de gol.
Fue en el inicio del segundo cuarto cuando el Atlètic provocó su primer PC, en jugada de Pepe Cunill. El partido se iba igualando con un equipo amarillo más asentado y teniendo cada vez más posesión de bola. A medida que pasaban los minutos mejoraban su cuota ofensiva los de Roger Pallarols y obtuvieron su fruto justo antes de acabar el tercer cuarto. A falta de 15 segundos, con dos toques se plantaron del medio campo al área contraria y Quim Malgosa cazó una bola para batir a Luis Calzado y empatar el marcador.
El último periodo se convirtió en un duelo entre Pol Cabré y Luis Calzado. Hasta en cuatro ocasiones Luis Calzado le sacó el disparo al jugador del Atlètic, que se convirtió en una pesadilla para la defensa barcelonesa.
A falta de tres minutos para acabar el partido, Guillermo Ortuño asistía por la banda derecha a Arnau de Bruijn y la bola cruzó la línea de gol, pero el video umpire anuló el tanto porque le había tocado el cuerpo antes de marcar. Sin embargo, los colegiados pitaron Penalti Córner por elevación de bola del Atlètic. El PC lo transformó el pichichi de esta Final Four, Benedikt Schwarzhaupt para anotar el tanto de la victoria para el Polo.
Xavi Lleonart: “Pienso que el deporte no es justo, no es romántico, pero siempre aprendes cosas y esto hoy me hace acabar mi carrera de una forma soñada, la verdad. No estaba en mi cabeza que hoy fuera mi último partido, sino una final más en la que se tenía que conseguir el objetivo. Estoy muy contento por este equipo que lleva luchando final a final y por fin nos hemos quitado la espina y hemos logrado lo que deseábamos. He vivido esta etapa de hockey muy intensamente. No sé qué me deparará el futuro pero acabarlo así me deja realizado. He alargado hasta que he podido, con más ganas que físico. Mentalmente estoy para seguir, pero el cuerpo no me acompaña y hay que ser inteligente en este momento y dejar paso a los grandes cracks que vienen por detrás, con los que nos espera un futuro brillante”.